A finales de abril, ocho grandes diarios del grupo Alden Global Capital, entre ellos publicaciones tan conocidas como The New York Daily News y The Chicago Tribune, emprendieron acciones legales contra OpenAI y Microsoft por infracción de los derechos de autor.
Esta demanda, presentada en el Distrito Sur de Nueva York, plantea cuestiones críticas sobre la interacción entre la inteligencia artificial (IA) y la legislación sobre derechos de autor. Pone de relieve los retos y las implicaciones de utilizar contenidos protegidos por derechos de autor para entrenar tecnologías de inteligencia artificial como ChatGPT y Microsoft Copilot.
Principales reivindicaciones y derechos de autor
El núcleo de la demanda es la acusación de que OpenAI y Microsoft han utilizado varios artículos protegidos por derechos de autor, sin permiso previo, para mejorar sus chatbots de IA, como ChatGPT y Microsoft Copilot. Según los documentos, esta práctica infringe los derechos exclusivos concedidos por la “Copyright Act of 1976”, 17 U.S.C. § 101, et seq.
Impacto en la economía y la reputación
Los periódicos alegan que sus cuantiosas inversiones en periodismo se ven socavadas por estas empresas tecnológicas, que utilizarían los contenidos para alimentar sus sistemas de inteligencia artificial. Esto no sólo supondría una posible violación de la legislación sobre derechos de autor, sino que también afectaría a los flujos de ingresos de los periódicos. Las tecnologías de IA, que extraen contenidos de detrás de los muros de pago, podrían reducir el incentivo de los lectores para suscribirse, lo que repercutiría directamente en los ingresos de los medios afectados.
Además, la denuncia afirma que las inexactitudes en los contenidos generados por IA corren el riesgo de dañar la reputación de estas publicaciones al difundir información falsa o engañosa.
Respuesta de los principales actores de la IA
En respuesta a estas acusaciones, un portavoz de OpenAI señaló que la empresa no tenía conocimiento de estas preocupaciones específicas e indicó que se estaban manteniendo conversaciones con varias organizaciones de medios de comunicación para explorar una posible cooperación. Microsoft ha optado por no hacer comentarios sobre el litigio en curso.
Una mirada al futuro
La IA sigue evolucionando, al igual que los marcos que rigen su uso de los datos. Este pleito sobre la infracción de los derechos de autor no es solo una disputa comercial; es un caso histórico que podría dar forma a las normas y la ética del desarrollo de la IA. El resultado podría influir en la forma en que las empresas tecnológicas se relacionan con los creadores de contenidos, ya sea abriendo nuevas oportunidades de colaboración o imponiendo barreras más estrictas para proteger los derechos de autor.
Tanto para los editores como para las empresas tecnológicas, este es un momento decisivo que podría redefinir los límites de los derechos de autor en la era digital. La comunidad jurídica, la industria tecnológica y los creadores de contenidos seguirán de cerca los acontecimientos, ya que las decisiones de este caso podrían tener un impacto significativo en el futuro de la tecnología de IA y la integridad periodística.