¿El ecosistema digital y los Adblockers?

La fortísima competitividad en los sectores de los medios de comunicación y la web obliga a los editores, además de producir contenidos de calidad, a sacar el máximo partido a su audiencia y, por tanto, a recurrir a fuentes de ingresos cada vez más variadas (también llamadas palancas de monetización), sobre todo desde la llegada de los bloqueadores de anuncios, que tienen un impacto significativo en sus ingresos. Así pues, a continuación encontrará la alternativa a los adblockers a través de las notificaciones web push.

Un Adblocker, también conocido comúnmente como bloqueador de anuncios, es una extensión instalada directamente por el usuario de Internet en su navegador. El auge de los Adblockers en los últimos años ha penalizado no sólo a los anunciantes y editores, sino también a los usuarios de Internet que, sin saberlo, reciben publicidad a través de sus Adblockers. He aquí una mirada retrospectiva y una explicación de cómo los Adblockers han tomado como rehén al mercado publicitario mundial.

¿Qué es un Adblocker?

La mayoría de los Adblockers vienen en forma de una extensión instalada directamente en el navegador. Un Adblocker permite bloquear los anuncios que pueden aparecer al navegar por Internet: anuncios en diferentes formas como banners, intersticiales, pop-ups, expansiones, auto-reproducciones y muchos otros formatos. 

Inicialmente, el objetivo de los Adblockers era luchar contra los formatos publicitarios considerados intrusivos y que podían entorpecer la experiencia de navegación del usuario.

Bloqueadores de anuncios: las razones del éxito

En 2020, se estima que el 28% de los internautas franceses utilizará un Adblocker, más concretamente 1 de cada 3 franceses habrá instalado un Adblock en su ordenador y 1 de cada 10 en su móvil. Este crecimiento meteórico se correlaciona con el aumento de la inversión publicitaria digital (+13% de inversión en publicidad digital en Europa frente a 2017). Ante un mercado cada vez más competitivo y la disminución de los ingresos de los editores y del retorno de la inversión de los anunciantes, ambas partes deben redoblar su imaginación para ser vistas por el mayor número de personas posible. Los formatos se multiplican para aumentar el número de páginas vistas y ajustar sus ingresos y rendimiento por medio.

Por ello, los internautas franceses, excesivamente solicitados, recurren a los Adblockers, pensando que pueden escapar de todos los formatos publicitarios durante su navegación y hacerla más fluida.

Adblockers: consecuencias y perspectivas

Una de las primeras consecuencias del auge de los Adblockers es, por supuesto, la importante pérdida de potencial de segmentación de la audiencia para las marcas, ya que se estima que el 30% de la audiencia francesa ya no puede ver los anuncios de varios anunciantes en display. 

La segunda cuestión relacionada con el crecimiento de los Adblockers es el respeto a la privacidad de los usuarios de Internet. Los adblockers se presentan como protectores de los datos privados de los internautas con el bloqueo de las cookies de terceros, lo que impide el rastreo de la ruta web del internauta, pero en realidad esta solución anti-seguimiento no está marcada por defecto, es una opción que el propio internauta debe activar en la mayoría de las extensiones de los ad blockers. Bajo el pretexto de respetar la privacidad de los usuarios de Internet, los bloqueadores de anuncios en realidad recopilan datos sobre sus usuarios.

¿Pero para qué? Para hacer llegar publicidad dirigida a sus suscriptores. Sí, has leído bien… Algunos Adblockers permiten que pasen los anuncios de las marcas de la “lista blanca” que se consideran “aceptables”. La realidad es mucho menos sexy; la gran mayoría de las marcas son rehenes y se encuentran pagando un derecho de paso para llegar a su audiencia y mantenerse en la competencia. 

Al posicionarse como actores intermediarios con el poder de decidir si se muestran o no anuncios de marca, los Adblockers están adoptando una postura “aduanera”, convirtiéndose en juez y parte en esta industria.

Entre la creciente molestia de los internautas ante la multiplicidad de anuncios automatizados y la presión comercial mal controlada por las marcas, los editores que ven cómo sus ingresos por monetización se derriten como la nieve al sol… el adblocking se está convirtiendo en una práctica cada vez más habitual que además penaliza a los anunciantes menos agresivos, ¡es hora de reaccionar!

¿Hacia una publicidad más responsable y duradera?

Para contrarrestar este fenómeno, los actores del sector de la publicidad en línea están trabajando con los organismos reguladores para proponer prácticas y normas publicitarias más respetuosas, no intrusivas y toleradas para perfeccionar el uso y las mejores prácticas. Los propios navegadores actúan ajustando regularmente sus opciones y configuraciones.

Han surgido soluciones alternativas que permiten proponer nuevos modelos virtuosos que pueden realinear los intereses de las marcas, los sitios de contenidos y los usuarios de Internet. La apuesta es que la elección del usuario sea ante todo prioritaria, que la publicidad no impacte en la lectura de la web del usuario, sino que se dirija en el momento oportuno, ajena a su navegación por la web y, sobre todo, tras haber obtenido el consentimiento previo.

¿Por qué elegimos las notificaciones web push?

Anunciantes, Editores, hemos lanzado el Primera plataforma de captación y fidelización de clientes mediante notificaciones web push. Esto formato “choice-first” es el primer formato de publicidad gráfica que requiere el consentimiento previo del usuario de Internet. Además, se trata de una comunicación que se muestra directamente en el terminal del internauta y que, por lo tanto, no requiere que el usuario sea interrumpido en su navegación o lectura de la web para ser mostrada.

Ante un ecosistema que hay que reinventar, se hace imprescindible educar a los internautas en el mercado publicitario para garantizar el respeto a su persona y a sus datos. Se han creado varios grupos, como la “Coalición para mejores anuncios” y la “Digital Ad Trust”, que agrupan a los editores en función de criterios de calidad precisos y que apoyan la idea de que la publicidad debe acompañar a los contenidos y no lo contrario. Es el momento de reinventarse para crear el ecosistema digital del mañana, un ecosistema que sea fiable y eficiente.

  • Editores: activar una palanca que no está vinculada a su sitio web
  • Anunciantes: optar por una nueva palanca de marketing “choice-first”.

Conozca más sobre nuestras soluciones aquí.

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